Existen muchos métodos de fijación y sujeción en el sector de la construcción.
Es imprescindible saber elegir este material en todos los ámbitos, tanto profesional como aficionados al bricolaje o alguien que quiere colgar un cuadro. Una mala elección de estos sistemas y las consecuencias pueden ser bastante catastróficas.
A continuación veremos cuáles son los mejores métodos para cada una de estas necesidades.
¿De qué hablamos? [Ocultar tabla]
Métodos de fijación
Algunos de los más comunes, y los que primero nos vienen a la cabeza al hablar de métodos de fijación o sujeción, son los tornillos, tirafondos y puntas o clavos. Estos artículos tienen una gran multitud de variantes y tipologías, y que para utilizar correctamente debemos asegurarnos de saber para qué sirve cada uno.
Métodos de fijación con elementos de rosca o penetración
Tornillos, que no te falten.
Los tornillos que todos conocemos, son piezas que se utilizan para la sujeción de objetos. Constan de un cuerpo alargado y enroscado y una cabeza con diferentes ranuras para realizar la rosca. En las ocasiones que vamos a clavarlo a la pared, tenemos que acompañarlo de un taco o tarugo, para realizar su fijación correctamente. Si no va a la pared y las piezas a unir forman parte del mismo sistema, utilizaremos una tuerca para su sujeción, por lo que es importante que la tuerca y el tornillo tengan el diámetro correcto para que el efecto de sujeción lo realicen perfectamente.
Tirafondos, penetran sin necesidad de taladro
Los tirafondos son tornillos afilados, con una cabeza que permite girar utilizando una llave fija, un destornillador, una llave allen… La rosca del propio tirafondo, varía en función del material que debe penetrar. Hay algunos especiales para aluminio o para acero inoxidable. También existen especiales para madera, además dentro de la madera tenemos que diferenciar entre madera natural, aglomerado, DM, contrachapado…igualmente los hay para plásticos y otro tipo de materiales. La utilidad de este artículo, es que nos va a unir diferentes piezas, sin necesidad de tuerca. Te recomendamos la marca SPAX, marca alemana 100% fiable y de gran calidad.
¿Cómo los elijo cuando vaya a comprarlos?
A la hora de elegir tanto tornillos, como tirafondos, tenemos que saber muy bien:
- Qué tipo de cabeza Gota de sebo, semiésférica, avellanada…
- Qué tipo de destornillador o llave voy a utilizar. Plano, de estrella, llave allen..
- Qué tamaño necesito, tanto grosor como longitud y tamaño de la cabeza.
Los tacos o tarugos, imprescindibles.
Cuando queremos colgar algo en la pared o en el techo y utilizamos alguna de estas fijaciones, siempre (o en la mayoría de los casos) debemos acompañarlas de tacos o tarugos.
Estos dispositivos sirven para anclar la fijación a la pared, y evitar que el tornillo roscado que utilizamos se salga de la pared al colgar el cuadro, el espejo o la lámpara, por ejemplo.
Para elegir bien este tipo de material, debemos saber con total certeza de qué material está hecha la pared (ladrillo, hormigón, yeso o cartón-yeso) y cuánto peso vamos a colgar, ya que dependiendo de esto, habrá que comprar un tipo de taco u otro.
Nosotros recomendamos siempre el taco DUOPOWER de Fischer, ya que sirve para cualquier material y lo hay en una gran gama de medidas.
Métodos de sujeción químicos
¿Cuándo se usan los métodos de sujeción químicos?
Entre los métodos de fijación y sujeción, existen otros tipos de métodos de sujeción con una base química. Estos métodos se utilizan para instalaciones de grandes formatos como la instalación de puertas, ventanas o paneles.
Se trata de una espuma aislante adhesiva y bastante resistente. Nuestras marcas de confianza son SOUDAL, BOSTIK y QUILOSA.
¿Qué errores se cometen con este tipo de fijaciones?
Uno de los errores más comunes que comenten los instaladores profesionales, es que utilizan la misma espuma para realizar la instalación de todo tipo de carpintería y es fácil de solventar gracias a los grandes avances que se han realizado en los últimos años.
Como todo el mundo puede comprender, no es lo mismo la instalación de una puerta, que de una ventana, por ejemplo. La instalación de la puerta es menos exigente a nivel de aislamiento que la instalación de una ventana, en muchos de los casos. A la hora de la colocación de las jambas y el cerco de la puerta, se suele rellenar con la espuma amarilla y después se tapa con la jamba. En este caso los huecos están cubiertos. En cambio, la instalación de una ventana es más complejo, ya que es la parte que nos aísla de la intemperie. Sufre mucha más dilatación y una mala instalación nos puede acarrear problemas de muchas índoles; desde humedades, a pérdida energética, lo que supone un desembolso en calefacción o aire acondicionado que nos podemos ahorrar perfectamente. Para la instalación de ventanas, conviene que utilicemos la espuma Flexifoam de SOUDAL. Es una espuma que no se resquebraja ante grandes dilataciones, ya que es flexible, y al ser más densa, no permite la circulación de corrientes de aire. Es verdad que es menos económica que la espuma amarilla, pero el cliente notará su efecto y estará más agradecido a largo plazo gracias a tu instalación. Además es un signo de calidad y profesionalidad la utilización de este tipo de espumas especiales.
Si queremos apreciar realmente el ahorro y las ventajas que puede suponer la instalación de nuestras ventanas de manera totalmente estanca, debemos aplicar sistemas como Soudal Window System. ¿Por qué? Aquí te lo contamos.
Aquí tenéis un vídeo (está en francés, pero las ventajas se ven claramente) sobre las características de Flexifoam y porqué os recomendamos su utilización.
No todo es ahorro, en los materiales de construcción, también hay que invertir
En el sector de los métodos de fijación y sujeción de base química hay adhesivos de muchos tipos y para cada tarea existe su especialidad como hemos comentado.
En determinadas ocasiones, es papel del instalador y la empresa constructora aportar conciencia y conocimiento al cliente final con este tema, ya que quien al final va a sufrir las consecuencias de una instalación con los materiales inadecuados, el cliente final.
Conviene que el instalador tenga una amplia formación en este tema para que sepa qué tipo de adhesivo hay que utilizar en cada caso y cual conviene al cliente final, por precio y por resistencia durante los años.
Si tienes alguna duda acude siempre a un profesional en la materia, ya sea carpinterías, ferreterías o almacenes de suministro de materiales de construcción.